La Quinoa, técnicamente se trata de una semilla, pero se conoce y se clasifica como un grano integral. Pese a que es uno de los pilares alimenticios de la población andina, (bolivianos, peruanos, ecuatorianos y chilenos) desde hace más de cinco mil años, hubo que esperar a la década de los setenta, para que se comenzase a exportar, dirigida a consumidores vegetarianos de los países occidentales.

 

Anteriormente, era casi un capricho. Hoy es día es una moda. La quinoa ,ya no sólo se adquiere en herbolarios o tiendas especializadas, sino que se encuentra en las grandes superficies. Es una tendencia alimentaria en alza en los países ricos, por decirlo en términos de mercado. En España se consumen 175 toneladas de quinoa al año, según datos de la Agencia Española de Consumo, Seguridad Alimentaria y Nutrición.

 

No en vano, se la conoce como el ‘grano de oro’ o un  ¡superalimento!, debido a que contiene muchas más proteínas y grasas que los cereales, y a que posee un gran contenido de fibra y mineral, (potasio, magnesio, calcio, fósforo, hierro y zinc). En valores nutricionales, según la FAO, podemos destacar que cada 100 gramos de quinoa, contienen 399 kilocalorías, 16’5 gramos de proteínas, 6’3 gramos de grasas, 69 gramos de hidratos de carbono. ¡Eso es fantástico!

 

En los últimos seis años, el precio de la quinoa se ha triplicado, y el aumento de la superficie cultivada ha provocado desplazamientos, y socavado la agricultura familiar campesina, dedicada a la subsistencia. Lo cual, ha traído múltiples conflictos, principalmente, a los países productores.

 

 

Cómo cocinar la quinoa

 

Sin embargo, a pesar de que la quinoa ha demostrado ser ser una potente fuente de nutrientes, algunas investigaciones concluyen que la presencia de ciertos compuestos, como la saponina pueden reducir el valor nutritivo de la quinoa, e incluso producir irritación en el estómago, si no se elimina bien.

 

Las saponinas, contenidas principalmente en la cáscara del grano, son las responsables del sabor amargo de la quinoa. Para eliminarlas, basta con lavarla durante unos minutos en agua, agitando los granos para que pierdan la espuma que estas partículas producen. Actualmente, la mayoría de marcas de quinoa que se comercializan han sido previamente lavadas. Así que puedes animarte a probarla sin temor, si aun no lo has hecho. ¡Vamos anímate, puedes encontrar muchas recetas!