Según la Organización para la Alimentación y la Agricultura (FAO, por sus siglas en inglés), un tercio de la producción mundial de alimentos es desechada cada año en todo el planeta, si bien el porcentaje es notablemente mayor en los países desarrollados que en los estados en vías de desarrollo: anualmente, en Europa y América del Norte se pierden y desperdician entre 95 y 115 kilos de comida por persona, mientras que en África subsahariana, Asia meridional y Asia suboriental la cantidad de comida producida y no consumida es únicamente de entre 6 y 11 kilos al año.

 

¿Cómo se pierden y desperdician los alimentos?

 

La comida no se desperdicia solamente cuando no la comemos porque consideremos que está en mal estado o simplemente por equivocarnos al calcular la cantidad que vamos a ingerir. Existen muchas razones por las que un alimento es desechado sin ser consumido, como por ejemplo su destrucción durante el transporte o que no sea adquirido antes de caducar. Se estima que en los países en desarrollo, el 40 % de la pérdida de alimentos se da durante las etapas de cosecha y procesamiento. Mientras tanto, en los países industrializados, el 40 % de la pérdida sucede a nivel de minorista o de consumidor final.

¿Qué podemos hacer nosotros para evitar el desperdicio de comida? La solución empieza por el consumidor final. Con una serie de sencillas acciones se puede luchar contra este malgasto de alimentos.

Como verás, existen varios sencillos gestos que te ayudarán a no desperdiciar la comida en casa:

  • Planifica un menú semanal
  • Haz una lista de la compra con los productos necesarios
  • Almacena adecuadamente los alimentos
  • Diferencia entre la fecha de caducidad y la de consumo preferente
  • Congela correctamente los alimentos
  • Calcula adecuadamente las cantidades
  • Coloca los alimentos más viejos delante de los nuevos
  • Aprovecha los alimentos para otra comida