Mantén siempre los cuchillos bien afilados

 

Es evidente que un cuchillo que no corta es uno de los principales enemigos de un buen trabajo en la cocina. Es más, los profesionales coinciden en que un cuchillo poco o mal afilado puede producir accidentes o lesiones musculares a largo plazo.

Por cierto, ¿a que no sabíais que una de las cosas que más estropean los filos de los cuchillos es la corteza del pan?

 

 

Utiliza siempre una tabla de corte

 

Nunca uses un cuchillo en superficies de mármol, cristal o porcelana. Las de madera sólo se permiten para uso domestico. EL uso de tablas de corte te permitirá cuidar los cuchillos para que permanezcan durante más tiempo como el primer día.

 

 

 

No laves los cuchillos en el lavavajillas.

 

Aunque en las instrucciones de la mayor parte de los fabricantes de lavavajillas se indique que los cuchillos pueden lavarse en el lavavajillas, lo cierto es que a la larga se deterioran ya que sufren al chocar con los cubiertos. Además del choque con otros cubiertos,  las sales de los detergentes y el uso de agua caliente les produce arañazos que terminan estropeando la propia estructura del cuchillo..

En muchos casos, los mangos son de madera o de materiales que directamente no admiten los productos del lavavajillas ni las temperaturas que se alcanzan en el proceso de lavado.

Lo ideal para cuidar los cuchillos es lavar y secar totalmente con un paño suave tu cuchillo inmediatamente después de utilizarlo.

 

 

 

 

 

Guárdalos de forma correcta

 

Olvídate de guardar todos los cuchillos en un cajón. Es importante evitar el contacto entre hojas para cuidar los cuchillos, ya que dañan el filo.

 

 

 

Usa el cuchillo adecuado en cada momento

 

En nuestro artículo sobre los tipos de cuchillos de cocina, ya insistíamos en la importancia de saber distinguir los cuchillos según su uso de cara a mejorar el rendimiento en la cocina y trabajar de la forma más segura posible. Es tan peligroso cortar con un cuchillo mal afilado como usar uno que no es el adecuado para la pieza que debemos trocear.

Por ejemplo, para el pan es necesario usar el cuchillo panero, que suele ser dentado debido a que a corteza del pan estropea hasta los cuchillos mejor afilados. Es más, cortar pan con un filo recto es tremendamente peligroso ya que es fácil que la hoja resbale.

Con estos consejos básicos nuestros cuchillos nos durarán más años y trabajaremos más seguros con ellos.